Cronología
El arte rupestre fue ejecutado en todos los periodos prehispánicos e históricos de Bolivia: Precerámico o Arcaico (circa 10000 – 2000 a.C.), Formativo (circa 2000 a.C. – 400 d.C.), Horizonte Medio y/o Desarrollos Regionales Tempranos (400 – 800/1000 d.C.), Intermedio Tardío y/o Desarrollos Regionales Tardíos (800/1000 – 1430 d.C.), Horizonte Tardío o Periodo Inka (1430-1535 d.C.), Colonia y República.
Los datos cronológicos disponibles para las representaciones rupestres son todavía escasos y, en la mayoría de los casos, no permiten establecer una secuencia cronológica confiable, sobre todo respecto a los primeros periodos del arte rupestre. Sin embargo, en los últimos años hemos avanzado en la datación relativa de algunos sitios. Existen indicios para una antigüedad considerable de las manos en negativo de la cueva Paja Colorada (Vallegrande, Depto. de Santa Cruz) que claramente constituyen la primera fase de una larga secuencia de diferentes conjuntos estilísticos (Taboada 2008).
Encontramos escenas de caza de camélidos del Arcaico en la región de Betanzos, en las provincias Cornelio Saavedra y Tomás Frías (Potosí) y en el valle de Zongo (La Paz).
En la cueva Qillqantiji de Peñas se hallan pinturas que pertenecen al periodo Formativo de las culturas en la cuenca del Lago Titicaca, representan serpientes de dos o tres cabezas y mascarones.
Numerosos sitios poseen manifestaciones que parecen pertenecer a periodos posteriores. Tenemos mayores datos para arte rupestre del Periodo Intermedio Tardío, del Horizonte Tardío (período Inka) y de la Colonia.
Finalmente, siguen a este proceso las representaciones republicanas donde los iconos fundamentales son las construcciones civiles como escuelas, elementos de poder económico como coches, danzas folklóricas, santos y vírgenes de gran formato e imágenes con motivaciones políticas y deportivas.