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Copacabana, La Paz

Copacabana, La Paz

La arqueología de Copacabana

La región del Lago Titicaca fue uno de los centros más poblados del mundo andino y cuenta con una larga historia de asentamientos, desde el Arcaico hasta nuestros días. En la península de Copacabana encontramos innumerables restos arqueológicos de las culturas del período Formativo (Chiripa), Horizonte Medio (Tiwanaku), Intermedio Tardío (“Reinos Aymara”) e Inka. Según el cronista Ramos Gavilán en Copacabana residía un gobernador incaico y los peregrinos a los templos de las islas del Sol y de la Luna pasaban por el lugar. En los alrededores existen varios sitios arqueológicos como el «Baño del Inka», la «Horca del Inka» – en realidad un observatorio astronómico -, Kopakati, Lokha y un camino prehispánico empedrado. Las investigaciones arqueológicas y fuentes etnohistóricas indican el rol de los sitios en los cultos de la población local ya antes de la ocupación incaica; más tarde fueron reutilizados, re-interpretados y en consecuencia modificados por la nueva administración que vino del Cusco.

El parque arqueológico de Copacabana

Frente al cementerio se encuentran dos áreas cercadas de rocas esculpidas, denominadas también arquitectura rupestre: Intinqala, sitio principal, y Orkojawira. Estas rocas son conocidas por el nombre de «Silla del Inka» o «Tribunal del Inka». Ya en el siglo XIX el viajero norteamericano George Squier publicó un dibujo de la roca principal de Intinkala con una breve descripción: «en los arrabales del pueblo, cerca del cementerio, encontramos gran número de nichos, escalones y lo que aparentemente estaba destinado a servir de asientos cortados en las rocas, los cuales pueden haber tenido alguna relación con el antiguo culto.» En el siglo XX, estos monumentos fueron estudiados por los investigadores Leo Pucher, Hermann Trimborn, H. Müller-Beck, Maks Portugal Zamora, Oswaldo Rivera Sundt, Roberto Mantilla y Matthias Strecker. En el año 1941 se declaró a las “ruinas incaicas de Copacabana” Monumento Nacional mediante Decreto Supremo. En 1978 se creó el Parque Arqueológico cercando con malla olímpica los dos sitios mencionados.

Intinqala

En este lugar existen 17 monumentos esculpidos diseminados en sentido norte-sur. Es probable que originalmente hubieran existido aún más, ya que – según testimonios de los vecinos – algunas rocas fueron destruidas antes de la creación del parque arqueológico. Según la tradición oral vigente ente los lugareños, en el sitio se encontraban varias piezas líticas o ídolos cuya desaparición se debió a la destrucción indiscriminada que hicieron los españoles de estas piezas.

El monumento principal es llamado «Trono del Inka», tiene varias gradas o especie de asientos.

Roca esculpida en Intinqala, “Trono del Inca”. Foto: Tamara Bray

En una roca grande y alargada un grabado un sistema de ch’alla que consiste en una depresión profunda en la parte superior conectada a un canal y que forma la cabeza y el cuerpo de una serpiente. Un líquido vertido en la cabeza fluye hacia abajo y llega al suelo, como ofrenda a la Pachamama o diosa de la tierra.

Intinqala, superficie de roca con depresión conectada con un canal. Foto: Matthias Strecker, SIARB

En 2016 se realizó una amplia excavación en el sitio (ver el informe publicado en el Boletín Nº 33 de la SIARB). Se encontraron segmentos de muros, canales, pisos empedrados, depósitos de basura Inka, entierros, cerámica Inka y tupus de cobre o bronce.

El parque arqueológico de Orkojawira

Este sitio fue descubierto recién en 1967. Se halla a 200 metros al sureste de Intinkala. Tiene tres bloques tallados. La pieza más grande presenta tres sillares o peldaños al estilo del «Trono del Inka». Se halló cerámica Inka decorada de carácter ceremonial en el sitio.

Roca esculpida en Orkojawira. Foto: Elizabeth Arkush

Significado e importancia de las rocas esculpidas

El nombre Intinqala significa piedra del sol. Según la tradición aymara en este lugar «se sentaba el sol», por eso M. Portugal Zamora presumió que el sitio estaba consagrado para algunas ceremonias importantes dedicadas al culto del sol. El investigador alemán H. Trimborn supone que un astrónomo-sacerdote Inka se paraba en las gradas de la roca principal para observar la salida del sol por detrás de una cima de la montaña.

Respectos a los numerosos peldaños tallados, se habla generalmente de «asientos», aunque es poco probable que hubieran sido usados como tales, ya que las rocas exhiben gradas bajas que apuntan a diferentes direcciones; más probablemente se trata de pequeños altares o lugares para ofrendas. Todos los investigadores concuerdan en que se trata de un sitio religioso prehispánico.

Los demás monumentos incaicos que existían antes en Copacabana han desaparecido. Por eso, actualmente las rocas esculpidas de Intinkala y Orkojawira son los restos que más claramente demuestran la presencia inkaica en este lugar. De ahí su gran valor histórico.

Kopakati

A iniciativa de campesinos de la región de Copacabana, se creó un parque arqueológico en la región de Kopakati (a unos 4 km de Copacabana, cerca de la carretera, que une el pueblo con Kasani y Yunguyo), que cuenta con diversos elementos de arte rupestre, tales como pinturas, rocas esculpidas, “cúpulas” o “tacitas”, petroglifos coloniales, aparte de terrazas, muros y restos arquitectónicos. El sitio es mencionado en crónicas coloniales, tuvo mucho importancia como centro regional antes y durante del Incario, al parecer también durante loa Colonia.

Existe señalización, pero faltan los trabajos esenciales tales como: levantamiento topográfico, investigación arqueológica, capacitación de guarda ruinas y guías, campaña de educación, interpretación del sitio, administración.

Las obras actuales se deben a la iniciativa de los comunarios, además un proyecto del gobierno central con el Banco Mundial que intentó promover el turismo en la región del lago Titicaca. Este proyecto fue abandonado habiéndose logrado un 50% de las obras previstas, debido a varios problemas. No se coordinó el proyecto con arqueólogos y expertos en arte rupestre. La señalización en Kopakati incluye placas informativas con texto equivocado.

Uno de los mayores atractivos del sitio son pinturas rupestres, llamadas Banderani, lamentablemente varias veces vandalizadas.

También existe una roca esculpida incaica y una cantidad de cúpulas.

Los comunarios construyeron un camino de acceso a la parte alta del sitio donde existen importantes obras esculpidas incaicas.

Kopakati, sector alto. Rocas esculpidas. Foto: Matthias Strecker, SIARB

Este sitio podría ser un atractivo interesante para el turismo nacional e internacional, sin embargo actualmente no tenemos perspectiva para su desarrollo sostenible, las obras realizadas han destruido parte del valor del sitio como hallazgos arqueológicos, todavía no existe administración.