El arte rupestre se caracteriza por manifestaciones culturales ejecutadas sobre rocas en diversas técnicas: grabados por percusión, incisión o raspado, de diferente profundidad incluyendo relieves; concavidades o depresiones artificiales (“cúpulas” o tacitas); pinturas por abrasión (en el caso de carbón), ejecutadas con pincel, con los dedos o por sopleteo. También existen impresiones positivas de manos.
Contamos con pocos estudios de las técnicas de producción de arte rupestre boliviano. Carlos Kaifler (SIARB, Santa Cruz) documentó petroglifos en el oriente boliviano y constató diferencias notables respecto al ancho y profundidad de las ranuras, al cuidado y perfección de la producción de tales grabados. En su estudio de tres sitios de pinturas rupestres en la parte occidental de la Serranía San José constató la existencia de dos técnicas diferentes, según la penetración de la pintura en el soporte rocoso: pintura acuosa y pintura de más consistencia, más o menos como tiza.
Entre los grabados del río Beni aparecen tanto figuras profundamente esculpidas como otras grabados por piqueteo superficial. Ver las fotos abajo. Estas diferentes técnicas de producción indican diferentes autores y posiblemente varias fases de ejecución del arte rupestre.